jueves, 29 de marzo de 2012

Con el tiempo te das cuenta de quien merece la pena y quien no. Si alguien no te quiere en su vida te lo hará saber. Quizá te des cuenta tarde, demasiado tarde para darte cuenta de que veías señales donde no existían, al igual que no te percatabas de otras señales que siempre habías tenido delante de ti.
Si de algo estoy seguira, es de que tarde o temprano te das cuenta de que has tenido personas a tu lado que merecen la pena y otras que sólo buscaban lastimarte, o que simplemente les eras indiferente.
Aunque con el paso del tiempo vas dejando personas atrás; por un lado es positivo, porque perder a personas que no valen la pena, desde luego no está mal... Pero dejar personas atrás también tiene su lado negativo, ya que pierdes a personas que siempre han estado ahí, y seguramente las hayas perdido por no darte cuenta.. quizá sea demasiado tarde para recuperarlas,o quizá no..

1 comentario:

  1. Con cada persona que dejas atrás, también dejas un trozo de ti. Vivimos en los recuerdos de quienes convivimos momentos, como ellos viven en los nuestros. Quizás no seamos capaces de sincronizar los recuerdos, porque lo que nos emociona a cada uno de un mismo tiempo vivido es distinto. Pero precisamente por eso el puzle que somos sería completo si todas las personas de nuestra vida pudieran estar juntas y a la vez. No es ni será nunca. Porque somos seres de tiempo y ni quienes han compartido tiempo y/o afectos no existen más que durante un breve o largo lapso de nuestra vida, ni uno mismo existe igual de un mes para el siguiente, según la velocidad del tiempo que nos ha tocado.
    Si. Las personas se van. Y con ellas parte pequeña o a veces enorme de nuestra alma, si raramente has conseguido un implante, o lo que llamamos amor, pero el fundado, consciente y maduro, no el de holibú. Y si eso ocurre en plenas facultades de la relación, sin deterioro ni envejecimiento, como los peces, el dolor llega a cota de ruptura de la consciencia.
    No siempre llegan las señales. A veces no hay señales. A veces, sencillamente, no sabemos dónde está la caja de fusibles de la persona que creemos conocer y se funde alguno, sin que puedas haberlo ni sospechado.

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