jueves, 12 de septiembre de 2013

Mi plan era simple(y mira que detesto los planes). Consistía en levantarme cada mañana con una sonrisa, la más grande, la más bonita, sin importar cómo estuviera por dentro.

martes, 10 de septiembre de 2013

Ellos.

Están esos chicos que todas buscamos: agradables, simpáticos, sinceros, generosos, buenos, que nos hagan reír, atentos, sencillos, de los que incluso ayudan a las ancianitas a cruzar la calle.  Un chico bueno de la cabeza a los pies.

Luegos están aquellos de los que huímos:
Ese que nos ignora, que nos dice groserías, que es frío como el invierno y seco como el verano, macarra como nadie...

Bueno, esa es la teoría, ¿no?
Siempre solemos ignorar al bueno porque le falta coraje, le falta echarle morro a la vida, avanzar sin pensar a ratos y sobre todo le falta rellenar ese hueco masoca que tenemos las mujeres. 
Nos gustan más los otros, aquellos que vemos como "malos" , ya que nos encanta buscar el fondo bueno de aquellos chicos, porque sabemos que lo tienen. Nos encanta "rescatarles" (eso si no nos tienen que rescatar a nosotras antes de conseguirlo).
Nos encantan aquellos que dicen "no" y lo mantienen.
Aquellos que dicen "no"y luego se convierte en un "sí" .
Aquellos que dicen "sí" , y luego resulta ser un "no" , o un "ya hablamos mañana" .
Qué sé yo. Nos encantan ellos.
Luego nos rompen el corazón y nos quejamos pero, ¿sabes qué? Nos siguen gustando.
Hasta que nos rompen tanto el corazón , que buscamos a aquél chico "bueno" que mencionaba al principio pero, ¿sabéis qué? , nos siguen gustando los tipos duros.
Aquellos que van de: "soy frío como el hielo" pero olvidan que el hielo también quema. Y también olvidan que si le das calor al hielo, se termina derritiendo.